sábado, 15 de febrero de 2014

EQUILIBRIO

Todo tiene dos partes, dos lados. Uno esta iluminado y el otro completamente oscuro, como una noche cerrada y fría. Cuando caminaste la mayoría de las veces por el lado que no tiene luz tus pupilas se acostumbran a la oscuridad y no querés ver ni un rayo de sol, no lo sentís algo tuyo, no te hace sentir cómodo. Tampoco sirve caminar siempre por el lado soleado, cuando mirás mucho tiempo directo al sol no podes ver otra cosa. El círculo rojo te queda grabado en la retina, crees ver su inmensidad y su calor en todo, como un espejismo borroso que no hace otra cosa que nublarte la vista. Creo que el secreto es caminar entre los dos, la mayoría elegimos un lado o el otro porque es más fácil dejarse caer que hacer equilibrio en el medio

domingo, 9 de febrero de 2014

IMPULSO

Escribo sin un rumbo concreto, sin que importe cuando ni como, sin saber para que. Sin pensar, por instinto, con desesperación. Antes de que el cerebro colapse y las palabras queden adentro sin poder ver la luz. Escribo como si se tratara de una inevitable función corporal, un malestar repentino que invade el cuerpo sorpresivamente y se impone sobre mis sentidos obligándome a despedir todo el montón de letras sobre el teclado. Después me quedo mirando con asco el monitor, el desorden de puntos y signos mal puestos, frases sin sentido ni lógica. Tratando de decidir como limpiar el desastre o como convertir el impulso animal en algo coherente.

jueves, 6 de febrero de 2014

TORMENTA

El rayo cayó a centímetros, en la terraza de al lado. El cielo fue completamente blanco por unos segundos y en el aire pudimos sentir la descarga eléctrica tan fuerte que nos erizo la piel. Nos podría haber caído a nosotros, dijeron, que inconscientes, dijeron. Podríamos habernos asustado, haber corrido dentro de la casa cuando empezó la tormenta. Pero nos quedamos ahí, hipnotizados por las nubes que se prendieron turquesa, como lámparas. Escuchamos el rayo, lo vimos y lo sentimos en la piel. No me arrepiento.