sábado, 15 de febrero de 2014

EQUILIBRIO

Todo tiene dos partes, dos lados. Uno esta iluminado y el otro completamente oscuro, como una noche cerrada y fría. Cuando caminaste la mayoría de las veces por el lado que no tiene luz tus pupilas se acostumbran a la oscuridad y no querés ver ni un rayo de sol, no lo sentís algo tuyo, no te hace sentir cómodo. Tampoco sirve caminar siempre por el lado soleado, cuando mirás mucho tiempo directo al sol no podes ver otra cosa. El círculo rojo te queda grabado en la retina, crees ver su inmensidad y su calor en todo, como un espejismo borroso que no hace otra cosa que nublarte la vista. Creo que el secreto es caminar entre los dos, la mayoría elegimos un lado o el otro porque es más fácil dejarse caer que hacer equilibrio en el medio

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